¿Por qué la radiología es necesaria en la medicina actual?

Los rayos X son una herramienta útil y necesaria para nuestra salud. Dicha utilidad radica en la posibilidad de diagnosticar y detectar enfermedades con ellos, que por otros medios no podrían revelarse, asimismo, permiten comprobar los resultados y avances de ciertos tratamientos.

Los rayos X tienen una larga historia que vale la pena conocer en brevedad, para a la vez entender el por qué son tan necesarios y útiles para la comunidad médica. Es preciso enfatizar que sólo un equipo especializado puede manipular los rayos X, ya que debe manejarse con responsabilidad y ética profesional.

Fue en el año de 1895 cuando el físico alemán Wilhelm Röntgen descubrió los rayos X que hoy en día se utilizan; este estaba experimentando en su laboratorio pero para investigar otro fenómeno físico, a saber, la fluorescencia. Debido a que los rayos X sólo eran generados al chocar con ciertos materiales, le causó una gran incertidumbre y por eso es que al no saber qué era exactamente lo que había descubierto les llamó “rayos incógnitos” o “rayos X”, tal y como se les conoce hasta nuestros días, a pesar de que ya sabemos exactamente todo lo relacionado al descubrimiento de Röntgen, quien obtuvo en el año de 1901 el premio Nobel de Física. Un dato curioso es que la primera radiografía tomada fue de la mano izquierda de la esposa de Röntgen en la que se puede observar el anillo de su boda.

Como bien se sabe, esta tecnología no se estancó, sino al contrario, creció y con los años se han reducido sus riesgos y se han mejorado las maneras en que se aplican.

Ahora bien, ¿Por qué muchas veces un diagnostico necesita de los rayos X? La respuesta es que los pacientes aunque enuncien todos sus síntomas, los médicos deben saber exactamente qué es lo que está sucediendo dentro del cuerpo humano y esta herramienta es ideal por ser rápida, indolora y no invasiva. En palabras simples puedes imaginar que una radiografía es una especie de mapa de tu cuerpo y que no le puede mentir a nadie.

¿Son todos los Laboratorios Clínicos iguales?

Análisis de Sangre

Antes de adentrarnos en mundo del laboratorio, y a modo de introducción sería conveniente destacar la importancia del análisis de sangre, pues no es sino un método que permite conocer nuestro estado de salud.

Entre 4,5 y 6 litros es la cantidad media de sangre que contiene el cuerpo de un ser humano adulto. De ella el 78% es plasma o parte líquida, compuesta básicamente por agua, proteínas y sales minerales; el resto está formado por los corpúsculos celulares - glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas- , gases, productos orgánicos, y otros elementos como hormonas, vitaminas, minerales, proteínas, enzimas, lípidos, glucosa, etc. Para hacernos una idea de la importancia de la sangre basta un sólo dato: todos los órganos de nuestro cuerpo funcionan gracias a ella. Sus cometidos principales son, por un lado, llevar oxígeno y alimento a todas las células del cuerpo y, por otro, retirar el anhídrido de carbono y demás sustancias de deshecho producidas por el cuerpo.

Pero otra clave de su importancia nos la da el hecho de que su análisis permite obtener información muy útil para conocer las causas de muchas de nuestras dolencias. De hecho es posible medir cientos de sustancias distintas que circulan por la sangre de cualquier persona y que, dependiendo de que presenten valores elevados o reducidos, pueden detectar dolencias como la diabetes, la anemia, la hepatitis, las enfermedades infecciosas, el cáncer...